Es imprescindible que el bombero deba ser responsable con sus finanzas y evaluar en todo momento su capacidad de pago, para así saber en cuánto es su nivel de endeudamiento y con base en esto saber llevar sus gastos.
El adquirir deudas más allá de nuestra capacidad de pago, implica vivir asfixiados con tal de cubrir las responsabilidades que esto conlleva, en algunos casos, lastimosamente frecuentes, lo lleva hasta el embargo del salario.
Debemos tener claro hasta dónde nos permite el bolsillo para darnos nuestros gustos, nuestros gastos o detalles; recuerde: es mejor vivir moderadamente y poder dormir, que vivir preocupados porque no tenemos cómo pagar.
La tranquilidad es un factor preponderante en nuestra labor social. Pensemos en nuestro futuro, dónde estamos y a donde queremos llegar, cómo vamos a disfrutar nuestra vejez, nuestra jubilación. Compañeros, se avecinan momentos difíciles y presiones desde diferentes flancos, sepamos tomar buenas decisiones y no pensemos al calor del momento; mantengamos y defendamos nuestros logros convencionales a toda costa.
¡Con orgullo de bomberos y para bomberos!
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